desafíos Ministerio Público lavado de activos

Aunque el MP ha creado Fiscalías Especializadas (en Lavado de Activos y Pérdida de Dominio), persisten dificultades que limitan la contundencia en la lucha contra este delito:

  1. Escasez de Sentencias Condenatorias
  • Baja Tasa de Condena: Una crítica fundamental se basa en la baja proporción de sentencias condenatorias firmes obtenidas. Esto sugiere que, a pesar de la cantidad de investigaciones abiertas, la calidad de la prueba o la solidez de la acusación fiscal no siempre es suficiente para vencer el proceso judicial. Por ejemplo, en un período analizado (2016-2018), la Sala Penal Nacional habría emitido un número significativamente mayor de sentencias absolutorias que condenatorias.
  • Dificultad Probatoria del “Delito Fuente”: Persiste el debate sobre la autonomía del delito de lavado de activos. Si bien la norma peruana permite una autonomía procesal (no es necesario una condena previa por el delito que generó los fondos), en la práctica, los fiscales tienen la enorme dificultad de probar, al menos indiciariamente, el origen ilícito de los bienes (“delito fuente”), lo cual es un elemento clave del tipo penal y puede llevar a absoluciones si no se acredita correctamente.

 

  1. Capacidad Técnica y Recursos Limitados
  • Investigación Financiera Compleja: El lavado de activos requiere un alto nivel de especialización en contabilidad forense, análisis financiero y uso de técnicas especiales de investigación (como la intervención de comunicaciones o el levantamiento del secreto bancario). A menudo, la crítica apunta a la falta de personal fiscal y policial con esta formación especializada, o la insuficiencia de recursos logísticos y tecnológicos para seguir la trazabilidad del dinero a través de sofisticadas estructuras empresariales y transnacionales.
  • Coordinación Deficiente: Aunque la colaboración con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) es crucial, la efectiva canalización de los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) a investigaciones penales concretas y la coordinación con otras entidades (como la SUNAT) no siempre es fluida ni oportuna.

 

  1. Vulnerabilidad a la Corrupción e Inestabilidad Política
  • Influencia Externa: En casos de alto impacto, especialmente aquellos ligados a la corrupción y el crimen organizado de cuello blanco, el MP puede ser percibido como vulnerable a la presión política y económica. Esto se ve reflejado en los recurrentes cambios en la cúpula institucional o en los equipos especializados, lo que afecta la continuidad, el impulso y la independencia de las investigaciones sensibles.
  • Inestabilidad Institucional: La reciente crisis dentro de la institución, con la salida y suspensión de altas autoridades, debilita la imagen, la autonomía y la capacidad operativa del MP en su conjunto, dificultando su labor en casos tan complejos como el lavado de activos de grandes estructuras criminales.

 

En resumen, la crítica al Ministerio Público no se centra en la falta de marco legal o la ausencia de fiscalías especializadas, sino en la baja tasa de éxito en la etapa judicial, las limitaciones técnicas para manejar la complejidad probatoria del delito y la vulnerabilidad institucional frente a las presiones del poder económico y político involucrado en el lavado de activos.