plagio académico y profesional

Hoy en día las creaciones son activos estratégicos muy importantes, el plagio no solo representa una ausencia de ética, sino también un hecho jurídico totalmente sancionable. En Perú, tanto el ámbito académico como el profesional enfrentan desafíos crecientes en torno a la protección de obras frente a su uso indebido.

Resulta preocupante, cuando una persona no reconoce la paternidad de una obra correspondiente al autor, o sin ser el autor de una obra, se atribuye la autoría de ésta, sea en forma parcial o total.

Ahora bien, existen distintas formas de plagio, una de las más evidentes es el plagio directo o “servil” que se materializa cuando se toma íntegramente una obra, se le cambia el título y el nombre del autor, pero se deja el contenido intacto, intentando hacerla pasar como propia.

Por otro lado, está el plagio encubierto o “inteligente”, que es más difícil de detectar. En este caso, se realiza pequeñas modificaciones de una obra —como cambiar algunas palabras o el orden de las ideas—, pero en esencia, el contenido sigue siendo el mismo. En este supuesto, la intención sigue siendo la misma: aparentar originalidad sin haber creado algo nuevo realmente.

En el ámbito académico

Generalmente, las universidades en Perú tienen reglamentos internos sobre propiedad intelectual, que disponen el uso de las herramientas tecnológicas ante la sospecha de plagio (como el Turnitin) en los contenidos de los trabajos para optar a grados o títulos, y a su vez, estableciendo las sanciones correspondientes.

En el ámbito profesional

Los profesionales que incurren en plagio, por ejemplo, al presentar publicaciones o diseños como propios, siendo creados por otra persona, pueden perder credibilidad e incluso ser denunciados administrativamente o judicialmente.

Además, si el infractor representa a una empresa, esta puede enfrentar consecuencias reputacionales negativas.

Pero ¿Cómo podemos prevenirlo?

  • Usar herramientas tecnológicas de detección de similitud.
  • Citar siempre las fuentes utilizadas.
  • Formarse en propiedad intelectual desde etapas tempranas.
  • Implementar códigos de ética y mecanismos de supervisión.

Conclusión

Ten en cuenta, que el plagio no es un “error inocente”, sino una conducta que puede tener consecuencias serias tanto en lo legal como en lo reputacional. En Gálvez Monteagudo, asesoramos a universidades, empresas y creadores para prevenir y enfrentar estos casos con respaldo legal, ética y responsabilidad.